La preocupación de nuestra seguridad cada vez nos asusta más en el mundo digital, donde toda clase de organizaciones e individuos intentan obtener la máxima cantidad de información de nosotros que sea posible, pero un nuevo estudio sugiere que hasta los más cercanos se encargan de espiarnos.
El estudio fue realizado por Retrevo, encuestando a 1.000 individuos online, los cuales tenían diferentes géneros, edades, ubicaciones y salario.
El estudio mostraría que las esposas espían a su pareja cuando son novios revisando su email o historial de llamadas. Igualmente, un 37% de parejas casadas admitieron espiar en su pareja y un 37% de los padres admitieron que han espiado a sus hijos. Los padres son los que más espían, al tener un 39% de madres encuestadas que admitían que han espiado a sus hijos, mientras que un 36% de los padres admitieron haberlo hecho. En todo el estudio, las mujeres demostraron tener más tendencia de espiar a los otros.
Igualmente, 59% de los padres admitieron que espían a sus hijos asiéndole seguimiento a la ubicación de sus hijos con la utilización de los teléfonos celulares u otros dispositivos.
El estudio mostró que las parejas y padres incrementaron el espionaje enormemente comparado al año pasado. Esto es posible por la facilidad que la tecnología cada día nos ofrece más. Sería igualmente interesante conocer cuántos de todos los encuestados no habrían querido realmente admitir algo.
Puede ser que espiar a algunos pueda ser necesario para la tranquilidad y protección de algunos, pero ¿hasta qué punto podremos llega? La tecnología avanza y nos facilita espiar de maneras que anteriormente no nos imaginamos, pero ¿necesitaremos un control o ley que regule todo esto en un futuro?